Cerrando el curso de la Tertulia Bilbaina

Hace un par de semanas estuve en el cierre de la temporada de la Tertulia Bilbaina. Así, sin acento, como dijeron  algunos tertulianos que debe escribirse y por mucho que el corrector ortográfico se empeñe en lo acentuar.

Nos juntamos personas de diversos sectores profesionales: educación, política, deporte, sanidad, cultura. Y yo. Y la verdad es que pasamos un rato de lo más agradable. El recibimiento fue ciertamente apoteósico , cuando Jaio, al segundo de verme, me dijo lo mucho que había adelgazado. ¡Bien! Me volví a encontrar con Mikel alias @eztabai, creo que después de un par de años sin vernos. Mikel es un especimen extraordinario y único en mundo (aspecto,este ultimo,que también es de agradecer :-)) Y coincidí también con  viejos amigos con los que hace algún tiempo estuve muy enREDado, como Jaio, Josu Garro, Mikel Agirregabiria, Iñaki Murua, Ricardo Ibarra, que siempre garantizan una conversación interesante. Me alegró también desvirtualizar a Iñaki Etxeberría (@inakietxe), al que conozco desde hace poco en las redes sociales, y que creo que es una persona a tener muy en cuenta.

Al final, entre tanta gente, te detienes más con unos que con otros. Hubo un momento, en las presentaciones, que me pareció emocionante. Nekane (@nkn63), cardióloga, nos dijo que había tenido una experiencia cuya probabilidad de que suceda es muy inferior a que te toque el Eurimillón: en dos años había asistido, por casualidad, a tres infartos en la calle y su intervención permitió que esas tres personas salvaran la vida. Nos contó que ante un infarto es importantísimo intervenir en los primeros seis minutos y que la asistencia sanitaria suele tardar, como mínimo, 8 minutos. Esa intervención inicial está al alcance de cualquiera y recomienda que la gente se forme para poder intervenir en caso necesario. A mi me ha convencido y mientras me entero de dónde y cómo puedo recibir esa formación, voy colgando este vídeo de Nekane que he encontrado.

Cuando las conversaciones son interesantes da pereza interrumpirlas solo para poder hablar con cada uno de los asistentes y tuve que sacrificar hablar con todos y optar por esas conversaciones tranquilas, lentas, en la terraza del Tamarises, con un vino en la mano.  Fue muy interesante y francamente agradable la conversación con Txema Oleaga. Anteriormente habíamos conversado en nuestros blogs y yo había asistido a alguna charla suya, pero creo que era la primera vez que conversábamos «in person». No siempre se puede hablar de participación ciudadana con el director de participación ciudadana del Gobierno Vasco. A la conversación se incorporó Alfonso Gil, a quien ya conocía de la primera tertulia bilbaina.

Otro tema muy presente, entre tanto educador, fue el de la enseñanza. Desconocía por completo la experiencia de Raimundo (@tuttoenbilbao @urbinaga) en la evaluación internacional de estudiantes. Para alguien como yo a quien le cuesta aceptar el determinismo, los datos que tenía Raimundo parece que dejan muy claro que el ambiente social en que se mueven los alumnos y sus familias es una variable que tiene una enorme influencia en los resultados escolares.

Resumiendo, fue un encuentro muy agradable e interesante, tanto que he propuesto hacer cada tres meses la comida anual.