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La última sorpresa del arte paleolítico: ¿artistas neandertales?
Hace un par de semanas el arte paleolítico cantábrico ocupó, por méritos propios, la portada de la revista Science. El motivo: unas fechas obtenidas mediante el método de uranio-torio indicaba que las pinturas podían ser más antiguas de lo que se pensaba, llegando a fechas auriñacienses y coincidiendo las pinturas más antiguas con la época en que el sapiens sustituyó al neandertal, especie cuya autoría no se descarta para las pinturas más antiguas.
El artículo expone un anticipo del trabajo que están llevando a cabo investigadores de distintos centros (Universidad de Bristol, de Cantabria, Museo Altamira…). En concreto, se han datado 50 muestras de calcita procedentes de 11 cuevas de Asturias y Cantabria. La peculiaridad de este método de datación es que no se data la pintura en si (como se ha hecho otras veces con c-14), sino que se datan costras estalagmíticas infrapuestas o superpuestas a la pintura. Por lo tanto, el resultado no es la fecha de la pintura, sino una fecha “ante quem” o “post quem”. En el mejor de los casos, cuando se ha podido datar costra infrapuesta y superpuesta a la pintura, lo que se obtiene es un intervalo de fechas. En este último caso hay que destacar que cuando se han datado costras infrapuestas y superpuestas, los resultados siempre han sido coherentes (es decir, la costra infrapuesta ha dado fechas más antiguas que la superpuesta).
Aunque, como decía, la investigación abarca 11 cuevas, en el artículo se habla fundamentalmente de los resultados de tres de ellas: Altamira, Castillo y Tito Bustillo. En Altamira, donde todo el arte se atribuía tradicionalmente al solutrense y magdaleniense (coincidiendo también con la cronología de sus depósitos), se han obtenido fechas más antiguas en un caballo (22000) y en un claviforme (35000), ambos del del techo de los polícromos. Sobre esta última fecha los autores del artículo hacen notar un par de cosas: que en algunas partes del techo hay pequeños claviformes similares al datado superpuestos a los polícromos (a buen entendedor…) y que esa fecha confirma la teoría de Breuil, que situaba estas figuras en el solutrense o antes.
De la cueva de El Castillo se publican 4 fechas: 22.600 para un cuadrúpedo realizado en pintura lineal negra de contorno, 34.100 para un disco rojo, 24.200 y 37.300 para sendas manos y 40.800 para un disco rojo realizado con las misma técnica que las manos (soplado). El dato más sorprendente es el del disco, que se convierte en la pintura rupestre con datación absoluta más antigua de Europa y lo sitúa en época en la que neandertal campeaba por esas tierras. De las dos manos, la fecha más reciente entra dentro de lo esperable para ese tipo de imágenes, pero la de 37.300 es más antigua de lo que cabría esperar a partir del conocimiento que se tenía hasta ahora de la cronología del arte rupestre.
Por último, en Tito Bustillo se han datado costras infrapuestas y superpuestas a un antropomorfo, utilizando dos métodos distintos. Estas cuatro fechas dan un intervalo situado entre 29.600/25.200 para la costra superpuesta (las pinturas son anteriores a esta fecha, por lo tanto) y 35.500/37.000 para la infrapuesta (las pinturas son posteriores a esta fecha). Es de destacar que las fechas obtenidas para ambas muestras (infrapuesta y superpuesta) son coherentes.
¿Qué va a pasar ahora? Pues pasará como cuando se dató Chauvet: se inicia probablemente una época de intenso debate en los congresos y revistas científicas en torno a la cronología del arte paleolítico. Jean Clottes, el responsable de los trabajos de Chauvet y gran experto en la materia ya ha puesto en duda estos resultados. Y probablemente no habrá que esperar mucho tiempo para que se inicie ese debate. La semana que viene comienza en Santander un curso sobre Altamira dirigido por uno de los autores del artículo (César González Sainz), donde participarán varios de los autores (Rodrigo de Balbin, Ramón Montes, José Antonio Lasheras), además del propio Jean Clottes. No me lo puedo perder.
A mi también me surgen algunas dudas y propuestas. Por ejemplo, en Altamira no se conocen, creo, depósitos anteriores al solutrense. Eso no quiere decir que sea imposible que haya pinturas anteriores, pero merece la pena reflexionar sobre ello. Me entran dudas también sobre las diferencias de 4000 años que dan los dos métodos usados en Tito Bustillo. Y echo en falta dos cosas: dataciones de pinturas tradicionalmente consideradas magdalenienses, para contrastar con estos resultados, y dataciones de costras asociadas a grabados exteriores, considerados de lo más antiguo del arte paleolítico. Seguro que estas y muchas más cosas se van aclarando las próximas semanas en Santander.
Acabo con un pequeño ataque de vanidad, mostrando parte de las referencias bibliográficas del artículo 🙂
La agilidad de la Administración Pública
Fue allá por 1990 o 1991, no estoy seguro, cuando intervine por primera vez en una excavación arqueológica, recién acabado cuarto de carrera, con todo aprobado, je, je. Fue una excavación de urgencia en el yacimiento de La Verde, en Cantabria. Se conocía la presencia de industria lítica gracias a unas prospecciones previas y la inminente construcción de un ramal de la A-8 obligaba a estudiar y levantar todo el yacimiento para, posteriormente, hacer la carretera..
Pues bien, 18 años después de aquella excavación de urgencia, por fin se va a inaugurar ese tramo de carretera. Por suerte hace mucho que no he pasado por un servicio de urgencias de un hospital, pero espero que no funcionen igual de rápido 🙂
Por estas razones Veleia no es comparable con Zubialde
Hace unos día publicaba un artículo sobre el tema de Veleia y la falsificación de algunas inscripciones supuestamente del s. III. Y decía también que en los medios esto estaba recordando el caso Zubialde, pero que no eran comparables.
Voy a exponer por qué pienso que no son casos comparables. Pero antes, recuerdo brevemente qué pasó en Zubialde. En 1990 llegó a la Diputación de Álava la noticia de un hallazgo de pinturas paleolíticas en una cueva alavesa. El hallazgo, a priori, tenía todas las garantías: se trataba de una cueva desconocida, con la boca colmatada, y la única persona que la conocía y había entrado era su descubridor (Serafín Ruiz Selfa). La Diputación pagó al tal Serafín 12 millones de pesetas por el hallazgo (cosa insólita, por cierto) y se encargó un informe a varios expertos. En 2 meses elaboraron ese informe que certificaba la cronología paleolítica del hallazgo. A partir de ahí saltó la polémica entre el colectivo de arqueólogos, algunos de los cuales negaban la autenticidad de las pinturas (con argumentos, todo hay que decirlo, no demasiado sólidos). Un nuevo estudio del mismo equipo, ampliado con físicos, químicos, geólogos, palinólogos,…, que duró un año, pudo certificar finalmente que las pinturas no eran paleolíticas y que habían sido manipuladas muy recientemente. Este estudio final que hicieron Altuna, Apellániz y Barandiarán es francamente interesante, no solo por lo que explica de este caso, sino por las reflexiones que hace sobre la autentificación del arte rupestre.
Pues bien, de su lectura, y de la lectura de lo que se ha publicado sobre el caso Veleia (desgraciadamente, nada en la literatura científica), se desprenden algunas diferencias importantes que reivindica el valor de la investigación realizada en Zubialde. Estas son algunas de las diferencias: (más…)
El circo de Iruña-Veleia: una nueva falsificación arqueológica en Alava
La noticia de la semana en Álava ha sido el informe que certifica que los espectaculares hallazgos producidos hace dos años en Iruña-Veleia (entre ellos, la que se presentaba como la inscripción en euskera más antigua, o la primera representación gráfica del calvario) son falsificaciones. Y me apena el circo que se ha montado con todo esto. La ciencia se hace en congresos y en revistas especializadas, y no en la prensa. Para escribir este post me habría gustado leer antes las publicaciones científicas del equipo de arqueólogos de Iruña-Veleia donde se presentan los hallazgos. Pero éstas, simplemente, no existen. Así que las conclusiones a las que he llegado se basan exclusivamente en noticias de prensa.
1.- ANTECEDENTES
En 2006 se hallaron en el yacimiento fragmentos cerámicos con inscripciones, datado en el s. III d.C. Entre ellas, destacaban varias que suponían una verdadera revolución en lo que, hasta entonces, se conocía en varias áreas del conocimiento:
Mi primera experiencia de ubicuidad: conferencias de C. González Sainz y Ken Follett
Más de una vez hemos comentado Pablo y yo que teníamos que hacer un curso de ubicuidad. Esto de que el día venga solo con 24 horas es una verdadera puñeta, porque no te da tiempo a nada. Así que, poder estar en varios sitios a la vez reduce esa limitación. Si, hemos trabajado mucho lo de la gestión del tiempo, y se nota mejoría, pero las 24 horas son 24 horas. De todas formas, lo del curso no ha sido posible. O no se le había ocurrido a ninguna empresa de formación, o no les apetece desvelar el truco. Pero yo no me rindo, así que me he puesto en plan autodidacta y, voilà, el jueves tuve mi primera experiencia de ubicuidad.
Asistí a la conferencia que dió Ken Follett (con perdón) en Vitoria a las 19.00 (que empezó sobre las 19.30, con presentaciones previas y demás), y César González Sainz en Bilbao a las 19.00 (que también empezó a las 19.30, después de la presentación del libro del que voy a hablar). (más…)
Buenas noticias para la cueva de Praileaitz
El pasado viernes el Parlamento Vasco aprobó una iniciativa por la que instaba al Gobierno Vasco a paralizar de forma cautelar la actividad de la cantera de Sasiola, situada en el mismo monte que la cueva de Praileaitz. Esta iniciativa contó con los votos de Ezker Batua, EA, Aralar, PSE y EHAK. PNV y PP se abstuvieron en la votación.
En esta cueva se localizaron pinturas paleolíticas hace algo más de un año. Su conservación estaba seriamente amenazada por la actividad de la cantera. Hace unos meses, el Gobierno Vasco (con los votos contrarios de Ezker Batua y EA)aprobó un decreto que establecía un área de protección de 50 metros alrededor de la cueva. Se trataba de una distancia claramente insuficiente, puesto que las vibraciones provocadass por las voladuras de la cantera (incluso a distancias mayores de 50 m) pueden dañar irreversiblemente las pinturas prehistóricas.
QUÉ ES PRAILEAITZ
La cueva de Praileaitz se conoce desde los años 80, y el año pasado la Sociedad de Ciencias Aranzadi descubrió (más…)
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